En este último tiempo, hablar de prevención y maneras de cuidarnos es caer en redundancia, todos sabemos lavarnos las manos, taparnos la boca, mantener la distancia y utilizar alcohol. Todos estos métodos nos cuidan el cuerpo físico de manera externa pero poco se habla de los cuidados internos que debemos tener para elevar nuestras defensas, cuidar nuestra salud emocional y construir una realidad saludable para todos.
¿Cuál es la mayor herramienta de cuidado en este momento? Nuestras creencias. Porque es la producción de nuestra mente, la que condiciona la manera en la que interpretamos el mundo. Si me cuido, me distancio y me aíslo por miedo a un “enemigo invisible”, uno mismo está alterando el funcionamiento biológico del cuerpo, haciéndolo vivir en alerta constante por un posible ataque real o simbólico (puedo enfermarme o no).
Por otro lado, si me distancio o aíslo por miedo a ser contagiado, le estoy diciendo a mi mente que esa otra persona es potencialmente peligrosa para mí, que yo soy potencialmente peligroso para el otro. Esto, lejos de cuidarnos nos debilita, la falta de contacto físico puede afectar nuestro sistema inmunológico, la sobrecarga de información a la que estamos expuestos día a día por los medios de comunicación, potencia notablemente nuestras creencias limitantes.
Por lo tanto, más allá de las opiniones sobre el virus, la cuarentena o la pandemia; lo importante es aprender la lección que esta situación viene a plantearnos, y hacernos conscientes de que el cuidado físico es sólo una parte de nuestro bienestar. Desde las terapias holísticas, como la Biodescodificación por ejemplo, haremos hincapié en la importancia de trabajar sobre nuestras creencias y cambiar el enfoque de nuestras acciones diarias en este periodo de tiempo.
Agradécele al miedo lo que te haya enseñado y dile a tu mente, que no hay nada que temer porque nuestra principal arma de protección es el amor. Entonces mantén distancia física para amar y cuidar tu cuerpo, mantén cercanía emocional para aliviar tu mente y alimentar tu alma, mantén tu higiene física para eliminar los virus y bacterias, y mantén tu higiene mental dejando de consumir los mensajes masivos. Cuídate simplemente porque tu vida vale, porque tu vida cuenta, porque el miedo no es más que una herramienta que viene a decirte que algo peligroso puede estar cerca, lo que no sabe el miedo es que solo es una creencia.
En todo aquello que temas, deposita amor. Si temes por la salud de tus seres queridos, suelta el miedo y ámalos, si temes por tu seguridad, trabaja tu amor propio, si temes por la cercanía física con otras personas, deposita amor en tu manera de mirarlos, si temes por la realidad social que se plantea, envía todo el amor que tengas para dar. Porque el miedo te debilita, te limita, te enferma, te paraliza, si se lo permites. En cambio el amor… El amor te fortalece, te cuida, te protege, te sana, te expande. Que el miedo no te distraiga, viniste a dar a amor, céntrate en ello.
Fiorella Pastor
Acompañante Profesional en Biodescodificación
Terapeuta Floral y Coach Holística
Integrante del equipo de GAIA